viernes, 19 de diciembre de 2008

Cielo





Es una mujer que mira su cielo

las estrellas le permiten sus ojos
nadie sabe que ni porque
pero ella mira el negro y las motas de luces
lleva en su aire su luz y mi nombre
sostiene las letras del mio

la invité
la acuné
le di forma de saeta

cualquier dia de estos
irá a buscar el camino
que garabateó con lápices de sueños

es una mujer que mira
es mi niña a la que miro




martes, 9 de diciembre de 2008



( Cuando vivía en Buenos Aires, en una pensión en Flores, ademas de ir al cine , otra de mis ventanas ( por que en la pensión no tenia) eran los libros y la plazas.Al descubrír esta novela, comencé al poco tiempo a buscar a Alejandra en el Parque Lezama, eran mis primeros 18 años, mis primeras novelas, mi primera vida.
Este párrafo ,que sigue mas abajo , de esa historia, fue conmovedor, y aún lo sigue siendo.... )



“No hay casualidades sino destinos. No se encuentra sino lo que se busca, y se busca lo que en cierto modo está escondido en los más profundo y oscuro de nuestro corazón. Porque sino, ¿cómo el encuentro con una misma persona no produce en dos seres los mismos resultados? ¿ Por qué a uno el encuentro con un revolucionario lo lleva a la revolución y al otro lo deja indiferente?Razón por la cual parece como que uno termina por encontrarse al final con las personas que debe encontrar, quedando así la casualidad reducida a límites muy modestos.De modo que esos encuentros que en la vida de cada uno nos parecen asombrosos, no son otra cosa que la consecuencia de fuerzas desconocidas que nos aproximan a través de una multitud indiferente, como las limaduras de hierro se orientan a distancia hasta los polos de un poderoso imán; movimientos que construirían motivo de asombro para las limaduras si tuviesen alguna conciencia de sus actos sin alcanzar a tener un conocimiento pleno y total de la realidad. Así, marchamos un poco como sonámbulos, pero con la misma seguridad de los sonámbulos, hacia seres que de algún modo son desde el comienzo nuestros destinatarios.”

SOBRE HÉROES Y TUMBAS ( E.SABATO)

lunes, 1 de diciembre de 2008

Libera, Libertad, Libro....




EL LIBRO

24 de mayo de 1978
JORGE LUIS BORGES ( clases Universidad de Belgrano)

De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación.
En César y Cleopatra de Shaw, cuando se habla de la biblioteca de Alejandría se dice que es la memoria de la humanidad. Eso es el libro y es algo más también, la imaginación. Porque, ¿qué es nuestro pasado sino una serie de sueños? ¿Qué diferencia puede haber entre recordar sueños y recordar el pasado? Esa es la función que realiza el libro.
Yo he pensado, alguna vez, escribir una historia del libro. No desde el punto de vista físico. No me interesan los libros físicamente (sobre todo los libros de los bibliófilos, que suelen ser desmesurados), sino las